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viernes, febrero 23, 2007

Ética y Poesía

La premisa básica de Rilke fue la de construir su vida en función de su poesía. Nada hay, probablemente, que exija más esfuerzo, pero tampoco nada más noble. La necesidad de crear un edificio poético lo suficientemente fuerte es el trasluz o la consecuencia de la incapacidad para alcanzar la totalidad por sí mismo, y, por otro lado, la exigencia propia de una ética que inunde la existencia entera.

Este mismo interés ético es el que recorre la obra de Kierkegaard. La justificación del individuo en una época en crisis se convierte también en el medio de la supervivencia. El hombre percibe su total arrojamiento, y, al tiempo, su absoluta responsabilidad. La poesía es un medio para proyectar toda la fuerza potencial del sujeto y el anhelo de sobrevivir a su propia crítica.

Ahí donde la poesía se convierte en la llave correcta para abrir el lenguaje es donde deja de ser una mera expresión para alcanzar verdades intactas mediante la palabra. El lenguaje es, por otra parte, lo único que hace del mundo algo verdaderamente objetivo, independiente de nuestra constitución. Pues en cuanto enlace de las múltiples conciencias, el lenguaje es capaz no sólo de describir, sino de construir un mundo que pertenezca a todos, y haga posible la intersubjetividad.

La poesía es a un tiempo posibilidad de rescatar ese mundo y también salvación para el hombre, que, articulado y arrinconado en el espacio de su conciencia, no puede alcanzar la unidad con lo que lo rodea. Por eso la conciencia es apertura y cierre a un tiempo; en realidad es una cuestión de nivel. La conciencia abierta al mundo es capaz de fundir al sujeto en el mundo. La conciencia cerrada al mundo funde al mundo en el sujeto. El espacio que cierra la conciencia origina el fenómeno de la angustia.
Sin el instrumento que es el lenguaje, la conciencia moriría en su habitáculo inconexo. El lenguaje es a un tiempo la condición de posibilidad de que el sujeto emigre hacia el mundo, de que su espíritu pueda tomar forma en el mundo. Un sujeto sin lenguaje es un sujeto sin forma. Su potencia y percepción están intactas, cierto; pero aún no tiene mundo, o, al menos, tiene un mundo terminado, acabado, cerrado sobre sí mismo.

Ello no quiere decir, no obstante, que el lenguaje sea toda la realidad, así como tampoco es un mero instrumento. Más bien es aquello en lo que se produce el mundo, entendido no como el mundo individual, sino como la configuración de cosas que genera la colectividad humana. Si el lenguaje es entonces el lugar donde se concibe un mundo, no hay duda de que la poesía será el lugar donde se conciba un mundo más alto, superior. Ese mundo superior no tiene por qué ser separado de la ética, si entendemos la ética como virtud o excelencia.

El sufrimiento de los poetas no es un mito; quizás es lo poco que quede de real en la literatura romántica. El esfuerzo para cultivar un mundo en un lenguaje que lo haga posible, es doble; por un lado, el poeta debe buscar el lenguaje correcto, que es tanto como el sitio donde se realizará su mundo; por otro, debe crear las condiciones de ese mundo. Tal tarea es titánica si la entendemos como el fondo sobre el que debe derramarse nuestra vida.

Esta concepción, cuasi religiosa, no puede deslindarse del ámbito poético. Se trata de una realización coherente en la que están involucradas todas las expectativas y fuerzas del sujeto. La muerte del poeta significa la superación de su ego por el mundo que ha creado. Su significación es primordial: en este caso, el poeta quedó como la pura energía vertida sobre aquello a lo que dio vida. Y la finalidad ética del poeta queda aún más elevada, al apuntar un mundo que lejos de ser expresión de su vida, es un fondo real autónomo, un universo equilibrado por sus propias leyes y reglas auténticas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

David:
Me ha gustado mucho tu post, pero ha provocado en mi la pregunta por la mística, cuando utilizas expresiones como "incapacidad para alcanzar la totalidad por sí mismo", "La conciencia abierta al mundo es capaz de fundir al sujeto en el mundo" o "Esta concepción, cuasi religiosa...".
¿Consideras a los místicos dentro de los poetas?.
Un saludo.

Unknown dijo...

Todo místico no tiene por qué ser poeta. Ahora bien, en todo poeta yace un impulso de sacralización de la existencia, de las cosas que pertenecen sin embargo al mundo del hombre finito. En esa medida se podria hablar de un componente religioso en la labor de los poetas. Un saludo.

Anónimo dijo...

No hay finitud más grande que la mística.

Saludos.

Anónimo dijo...

Phiblógsopho:
Pero desde esa finitud, se toca la infinitud.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Y se toca, porque te dejas tocar. Sé que desde la filosofía no se puede comprender; se buscan razones desde la psicología y demás, pero la mística siempre ha escapado a cualquier intento, incluso desde la religión oficial y reglada, que siempre ha sospechado de ella. No es sencillo hablar de éste tema en un blog estrictamente filosófico así que, seguramente muchos se reirán cuando lean lo que a continuación voy a decir, y es que en la mística te conviertes en un recipiente que se llena de lo que se llama Gracia, que no es otra cosa que Amor y Bondad Infinitos, sintiendo que procede de fuera de ti y que, sabiéndote distinto de lo que te rodea, a la vez te sientes unido a todo ello.
Un saludo.
P.D. Perdona David que hable de un tema que no es de filosofía.

Unknown dijo...

No tienes que pedirme perdón de nada, Ana. El foro es libre, y cada cual puede escribir lo que le apetezca. Tampoco considero que sea legítimo poner límites a algo así como la "filosofía". Un saludo afectuoso. :)

Anónimo dijo...

Saludos tardíos; como bien sabe David , la poesía me interesa sobremanera, por lo cual dar un comentario sobre el artículo supera los horizontes demarcados por el formato al que estamos aquí constreñidos...La relación entre la mística y la poesía es harto interesante, incluso aquellos poetas que pretenden desterrar lo transcendente, acaban plantenado transcedencias de otra índole (panteísmos domésticos, éticas silenciosas). La relación del poeta con el mundo es siempre constructiva, crea para alcanzar al Uno, y si destruye, es porque no se dan las circunstancias para lograrlo..Ya sea Hollan con su poesía como instrumento preciso, Baudelaire con sus ensoñaciones o Jorge Guillén con su épica silente, siempre buscan al Invisible.
Este es un comentario que sobra, ya lo sé, pero a cambio os ofrezco un blog sobre una poeta española, en el cual todo es ficción: autora, obra, biografía y crítica son falaces; es, por supuesto, una obra estrictamente jocosa sin aspiraciones literarias. Disfrutadla u odiadla.

http://poetasenespana.blogspot.com/

wonder woman dijo...

...la vida está llena de coincidencias imprevisibles e inesperadas