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martes, octubre 14, 2008

Criminales e Irreverentes II


Hombre funesto, Richard Travegdem (Oslo,1228-1288), murió en un manicomio cerca de Estocolmo con apenas 60 años. Su vida fue rica en experiencias; a los 18 años ya se había bebido más de 300 botellas de whisky y recorrido numerosos países. Después de una temporada en el sanatorio de Izza (Austria), se ordenó de monje en Lituania. A los 35 años alcanzó el cargo de sacerdote, pero fueron numerosas sus acusaciones por abuso sexual y dilapidación del dinero eclesiástico. Después de casarse con otro hombre, fue expulsado inmediatamente de la Iglesia. Este hombre era Port Monik, un poeta escocés al que finalmente Travegdem acuchilló, le costó la cárcel. Después de 6 años entre rejas, Travegdem huyó a EEUU donde hizo negocios con lana de perro y piel de escroto. Con 48 años, era un reputado economista de la Universidad de Hamhiore. Tras algunos escándalos, regresó a los monasterios, esta vez con un rifle que se llevó a 16 personas por delante. Se le diagnosticó esquizofrenia y pasó sus días en el manicomio de Reischenstal (Oslo), donde escribió algunos poemas.

Espera que escriba el lápiz-
Ah, ya-
Qué torpe,
Es que ayer bebí cianuro
Y ahora estoy simplemente muerto,
Por eso no puedo comprender
Por qué sigo viendo cosas,
Oliendo nalgas,
Chupando (----------------)
Y todavía el renacuajo del doctor
Es capaz de llamarme sabio.


El día 22 de Octubre de 1277 Travegdem se encontraba en el hospital a causa de una paliza que le había propinado un mendigo, después de andar por las calles de Nueva York más de una semana ebrio. Allí escribió esto.

Uh hum uh hum
Apedreo el intelecto
Para apropiarme de tu vida,
Rincón de la materia,
O aparato extraño,
Que no entiendo,
Que no puedo entender,
Así que termina esta operación,
Lávame los sesos de una vez
Y sigamos girando sin rumbo
Hacia la resaca metafísica.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Travegdem, interesante personalidad, sí. La locura que construye en nuestras realidades bonitos mundos de gelatina, pero gelatina con whisky, por supuesto.



Un saludo David

Petrusdom dijo...

Creo que esta historia tiene un problema con la situación temporal: ¿siglo XIII en New York?...

Unknown dijo...

Jeje si, tiene todo tipo de problemas. Es un texto cómico, no hay que hacerle demasiado caso. Saludos Pet.