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domingo, agosto 17, 2008

Las rutas de Sísifo ( extracto)



987

Un lecho donde poder morir a gusto ya es mucho más que una vida entera de éxitos fraguada con el martillo de la lucha y la inquietud.

986

La filosofía sólo aportó una visión más áspera y aburrida de los mitos.

985

Cuando la filosofía se ha convertido en una agradable butaca donde satisfacer las más exquisitas exigencias estéticas, entonces ya hace tiempo que se olvidó el asunto por el que se había llegado a aquella.

984

La belleza es la consecuencia del aprovechamiento del dolor por un alma inteligente.

983

Los hilos de la especialización filosófica están construidos con el cobre del aburrimiento y el metal de la insulsez.

982

Quien se encajona en la especialización y pierde el horizonte de la metafísica pierde a su vez la razón originaria de su propia existencia.

981

El tiempo es el potro del hombre, y el espacio su dama de hierro.

980

Las condiciones a priori que posibilitan la imposibilidad orgánica de un mundo para el hombre.

979

No escuchemos ontologías que están más allá del hombre de manos de quien no se llama a sí mismo profeta.

978

Quien llama con un silbido insistente al perro de la vida es el dueño invisible de la nada.

977

La filosofía es una esposa infiel que engaña a su marido, el filósofo, justo en aquel momento en que éste cree haberla conquistado.

976

Todo comportamiento ascético tiene un componente natural que inspira repugnancia.

975

Parece que con la elevación del espíritu se renueva de continuo el instinto de monstruosidad que el hombre lleva dentro.

974

Lo que digas ha de ser simplemente un punto que conecte de alguna manera con el resto de los puntos. Evitar el aislamiento es el fin de todo pensamiento marginal.

973

Quien se niega a sí mismo para depositarse en Dios no ha salido de sí mismo.

972

Nunca saldrás de ti mismo, pero podrás llamar exterior a aquello ajeno que te amenaza desde los abismos de tu espíritu.
971

Unos perdidos en el pensamiento- los filósofos- otros perdidos en la palabra- los poetas.

970

El espíritu sólo nace mediante un cataclismo espiritual.

969

Torturándote aprendes a dejarte agarrar por el centro gravitatorio de la esencia del mundo.

968

En medio de la luz los ojos quedan cegados. Pero a tientas en la oscuridad la pupila se dilata y logra ver.

967

El filósofo resolvería sus problemas si aceptara, a la vez, que Dios se encuentra en nuestro mundo y que no se identifica con él.

966

Nada te ayudará a escapar de tu responsabilidad.

965

La novedad en el Universo surgió ya siempre cuando uno de sus átomos se revolcaba en el caos de la Creación.

964

Átomos conceptuales que contengan la densidad de una galaxia.

963

Nada es de valor en el arte de la inteligencia cuando no se ha llevado ésta a los límites totales de su posibilidad.

962

Acostumbrarse a no rehuir el torbellino de los pensamientos.

961

El viaje de la filosofía es un viaje que hiela la sangre.

960

Todos los hijos de este mundo ya nadaron en las venas insólitas de Dios.

959

Los objetos de este mundo fracasan en su lucha por alcanzar y permanecer en el sentido.

958

Lo que perteneciente al infierno no puedas experimentarlo en vida, siempre podrás hacerlo en los lagares monstruosos de los sueños.

957

En el sueño abandonamos nuestro mundo para aterrizar en la infinitud de lo abisal. Sólo con el sueño rompemos las cuerdas que nos sostienen a la vida, sólo en el sueño la vida misma se detiene para dejar paso a las sombras del espíritu. En los sueños la trascendencia se practica con nuestro cuerpo, nos practica.

956

Se dedicaba a soñar cosas espantosas, y reclamaba el justo salario por sus terribles trabajos.

955

En la injusticia que practica el inconsciente al someternos a las pesadillas se evidencia la furia potencial del yo cuando se le permite sincerarse consigo mismo.

954

Cada noche morimos al dormirnos, cada día nacemos con cada nuevo despertar.

953

Mucho más digno es saberse perdido en los bosques de los pensamientos que erigirse con claridad en los féretros lascivos de los méritos sociales.

952

Otro kantianismo interesante: sólo bajo tales y cuales circunstancias debemos permitirnos seguir en la brecha inerte de la vida.

951

El filósofo siempre tiene conciencia de su estupidez. Pero el hombre vulgar se hunde entre sus aciertos a causa de la ignorancia febril de sus errores.

950

Mucho más fácil que el yerro de una inteligencia constante es que un mundo carente de espíritu se remoje de continuo en el error.







1 comentario:

Anónimo dijo...

Quien llama con un silbido insistente al perro de la vida es el dueño invisible de la nada

Lo malo es que las caquitas del perro ese no son invisibles...

Mis suelas dan testimonio.

:[